Abolición compensada

Banco do Brasil y el acuerdo Treze de Maio

Resumen

Salvo sus dos únicos artículos, la Ley del 13 de mayo de 1888, que abolió la esclavitud en Brasil, no ofreció ninguna reparación a los propietarios de esclavos. Sin embargo, tanto el gabinete que lo instituyó como el que lo sucedió adoptaron políticas económicas compensatorias que, especialmente para el Banco do Brasil, tuvieron este efecto. La primera línea de acción se refería a la ayuda agrícola, diseñada para salvaguardar el dinamismo productivo y, en última instancia, el presupuesto imperial. El segundo frente se refería a la solvencia del sistema bancario, especialmente del Banco do Brasil. Como la institución había tomado la esclavitud como garantía hipotecaria, si no había un programa de incentivos agrícolas, los incumplimientos posteriores impactarían el valor de mercado del Banco, en un proceso que afectaría sus depósitos y, en general, sus activos. También sería un riesgo inmenso para el pago de la deuda pública, fuertemente respaldada desde la década de 1870 por el Banco. Así, dependientes de la institución, los gobiernos de João Alfredo y Ouro Preto le inyectaron una liquidez única, produciendo un efecto compensatorio redoblado, considerando que los principales inversores del Banco do Brasil eran los cafetaleros del Valle de Río de Janeiro. A pesar de los esfuerzos, los aportes tendieron a permanecer en su forma financiera, y no productivos, lo que no hizo más que profundizar, republicanizándolos aún más, el resentimiento de los cafetaleros del Oeste Paulista respecto a los acuerdos de la Corte.