Exilium - Revista de Estudios de la Contemporaneidad, vinculada a la Cátedra Edward Saïd de la Prorrectoría de Estudios de Posgrado e Investigación de la Unifesp, está dedicada a reflexionar sobre la contemporaneidad en su constitución histórica, geopolítica y cultural, en todo lo que comprende de thauma y admiración como de trauma y el sufrimiento. Teniendo como eje el tema del exilio, éxodo, salidas voluntarias o forzadas por guerras, racismo, persecución o pérdida de pertenencias simbólicas y afectivas, el exilium latino tiene el sentido de desestabilizar la creencia según la cual la lengua materna o el lugar de residencia son inherentes a nosotros por naturaleza, revelando el exilio como una apertura al Otro, como un primer pharmakon ofrecido por el extranjero, a la vez remedio para otra vida y también para la dificultad en un país extraño y extranjero. Como señaló Edward Saïd en sus Reflexiones sobre el exilio, respecto al éxodo palestino de sus tierras con la fundación del Estado de Israel, un pueblo fue expatriado y su condición desde entonces en campos de refugiados, en permanente deambulación, es la condición que se extiende hoy a poblaciones enteras:

 

es lo más parecido que tenemos a la tragedia en la era moderna. Existe el simple hecho del aislamiento y el desplazamiento, que produce el tipo de masoquismo narcisista que resiste frente a todos los esfuerzos de mejoramiento, aculturación y comunidad. En este punto extremo, el exiliado puede convertir el exilio en un fetiche, una práctica que lo aleja de cualquier vínculo y compromiso. Vivir como si todo lo que te rodea fuera temporal y quizás trivial es caer en la trampa del cinismo petulante y del lloriqueante desamor. La presión sobre el exiliado para que ingrese —en partidos, movimientos nacionales o el estado— es más común. Al exiliado se le ofrece un nuevo conjunto de afiliaciones y establece nuevas lealtades. Pero también hay una pérdida de perspectiva crítica, de reserva intelectual, de valentía moral.1

 

Ahora es evidente que la guerra es la condición de una globalización que impide la formación de un mundo común, ya que ya no hay fronteras que lo determinen. Guerra total, en la medida en que un punto de conflicto reverbera inmediatamente en el “Todo”, siendo una “lucha sin fronteras”. No sentirse como en casa es ahora un “fenómeno originario”.

A veces rechazada, a veces al margen, ni aceptada o negado con su historia, tradiciones, valores y formas de vida, se trata de entender este nuevo Sujeto del desarraigo en un sentido amplio, desde que el reordenamiento del capitalismo moderno y la nueva orden mundial - desinstitucionalización de instituciones estructurantes como el Estado-nación, la familia, la religión, la escuela, el trabajo - se están transformando rápidamente, produciendo disfunciones sociales necesarias para mantener continuas innovaciones tecnológicas y su prestigio, así como las del mercado y su funcionamiento. Es por ello que la Revista Exilium: Estudios de la Contemporaneidad busca ampliar el ámbito de análisis de estos temas del presente, ya que el exiliado, que se encuentra en un estado de total abandono - de lazos de origen, valores, recuerdos comunes, paisajes- hace así una apelación a nuestra solicitud y la designa antes de nuestra propia decisión: es un pedido de no abandono.

Una política de experiencia extranjera expande nuestro propio mundo, contribuyendo al cosmopolitismo del espíritu y a la hospitalidad.

 

1SAID, Edward W. “Reflexiones sobre el exilio” en Reflexiones sobre el exilio y otros ensayos. São Paulo: Companhia das Letras, 2003, págs. 55-56.