mente, ha estudiado en algún grado ―que va de la información general hasta el doctorado y el posdoctorado―, tienen claramente delimitado su objeto de estudio material y formal, incluso, las ciencias humanas ― que en este mundo tecnificado y hasta “tecnófilo”― siguen apareciendo como las
πρώτηφιλοσοφία
En los orígenes de la civilización occidental ―es decir en el seno de la cultura de laGrecia clásica― la
Φιλοσοφίαπρώτηφιλοσοφία
φιλοσοφςφιλοσοφέȋνφιλοσοφία
φιλοσοφέωνde Lidia, elogió a Solón ―su huésped― diciéndole: “ya que por tu anhelo de conocimientos y de ver
―que según su análisis formaba parte del acervo cultural de la época― con la noción aristotélica de πρώτηφιλοσοφία―en un lenguaje más moderno―, científico, que se encarga de preservar y recuperar la salud del τοον
Ninguna de las otras ˂ciencias˃, en efecto, se ocupa universalmente de lo que es en tanto que algo que es,
φιλοσοφέȋνφιλοσοφίαπρώτηφιλοσοφίαὂνἦὂνθεολογική
el lente evaluador de la ética o filosofía moral ―encargada de juzgar los cánones morales existentes con base en la razón práctica y en criterios metaéticos―, la “Moral” es, más precisamente:
los asuntos cívicos, como bien ha señalado el filósofo español Alejandro Llano Cifuentes ―a quien hispana― al exp
derecho o iusfilosofía, antropología filosófica ―también esta se ocupa de la dimensión social del con una fortísima carga ideológica, relativista e inmanentista― y filosofía del arte o, por lo menos, no
la tarea filosófica y del absurdo que puede implicar hablar ―como tanto se hace hoy entre los “expertos”― de filosofía sin metafísica, incluso, de una ciencia sin filosofía, como si fuese posible presente ensayo se ocupa, y en el que la mirada metafísica ―y por tanto holística― del Estagirita se
causa primera con la teología católica ―afirmando la posibilidad de conocer al creador cuya ley eterna dirigía todo lo existente―, Bruno admitía que hay una “mente sobre las cosas”, de la que deriva todo
βέβαιοςουσία
―cuando no destruye― toda la tradición perenne del realismo aristotélico:
filosofía primera, se dio un conflicto entre las mismas ciencias que buscaron ―y todavía buscan―
sólo constituyen una manifiesta petición de principio ―al sostener sin lograr demostrar que son las emociones las que explican los juicios morales―, sino que también contradicen innumerables casos de
pidió a las SS que lo ejecutaran a él a cambio del militar ―que tenía esposa e hijos― porque con ello ― acto de la voluntad que conclusión― en bien de la ―acto de la voluntad cuando la operación de la razón es comparativa―y el gran ejemplo histórico sería el de Jesucristo, quien, encontrándose en la cima del
que distinguir el ser del deber ―sin oponerlos― y estos del acontecer, o sea, el hecho de que el
fundamentarse en la razón arguyendo que ésta es violenta ―incluso considerando que toda afirmación (Figari, 1998)―, desaparece la metafísica ―muerta para muchos de los que se dedican al estudio de este asunto fundamental― y por consiguiente, las distintas ramas de la filosofía hacen su propio
que responde a prácticas y costumbres culturales, quedando como mera sociología ―que por lo demás, una genuina filosofía del derecho―, razón por la cual en los estudios académicos de antropología
, esto no es difícil de verificar cuando se ve su armonía ―aunque desde otra perspectiva―
Si bien, para gusto de los realistas éticos duros ―como quienes aquí escriben―, la particular mirada
metafísica del mundo ―cuyo gran hito o paradigma es la teoría platónica de las ideas― que permite
―y esto se mantiene en su última obra― que, para recuperar la moralidad y el
El hombre moderno tiene ―como le indicaba Escrutopo a su querido sobrino Orugario en las ― las teorías críticas provenientes de la Escuela de Frankfurt. Su metafísica ―si así se le puede llamar―