Editorial


Lo que revelan los finales


Con los distintos ciclos que experimentamos, vivimos una serie de finales, algunos se repiten, otros no, son finales últimos, definitivos, inexorables. El problema está en que no siempre sabemos cuáles son de qué clase. Con el cambio de milenio, los discursos apocalípticos se vieron revisitados por ejemplo tal fue el caso del llamado “efecto Y2K” que generaría un caos electrónico, luego la conclusión del calendario maya del 2012 invitó a mirar el abismo de la extinción.

En el lenguaje coloquial se usa el término “apocalipsis” como si significase el fin del mundo o de la especie, pero la palabra griega significa revelación. Por ello cuando nuestro secretario de redacción sugirió un número temático sobre “las perspectivas de lo apocalíptico”se aprobó por unanimidad. Porque lo interesante no es tanto cuál es la fecha exacta de nuestra desaparición sino qué nos dicen los discursos apocalípticos de nosotros y de nuestro tiempo.

A esa respuesta responden en este número los artículos de Maxime Coulombe, Jorge Fernández Gonzalo, David Puche Díaz, Susana Violante y Emiliano Aldegani. También, los ensayos incluidos en la sección “Debates”, uno de Miguel Candel y el otro de Félix Duque. Por último, la entrevista a Philippe van Parijs encara de algún modo el mismo tema al referir en algunas de las respuestas, ¿qué hacer ante la posibilidad del fin de la especie o de nuestros recursos básicos?

A quienes consideren que este análisis puede ser tardío porque toman como referencia el cambio de milenio o la “profecía” maya les recordamos – con Hegel – que el búho de Minerva levanta su vuelo en el ocaso. Para quienes tengan una concepción filosófica más orientada al futuro, les recordamos que Newton vaticinó el fin del mundo para el 2060, lo cual nos da 34 años de ventaja. En ambos casos los invitamos a seguir dialogando hasta que se acabe el mundo.


El editor-en-jefe


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Revista de Filosofía y Ciencias

www.prometeica.com núm. 13, año VI (2016)