https://doi.org/10.34024/prometeica.2023.27.14792


DERIVAS Y TENSIONES EN LA MATERIALIZACIÓN DE LA UTOPÍA

ETNOGRAFÍA AL MOVIMIENTO ARCOÍRIS EN CHILE1


DRIFTS AND TENSIONS IN THE MATERIALIZATION OF THE UTOPIA

Ethnography to the Rainbow Movement in Chile


TRAÇÃO E TENSÃO NA MATERIALIZAÇÃO DA UTOPIA

Etnografia do Movimento Arco-íris no Chile


Leonardo Cancino-Pérez

2

(Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de Chile, Chile)

leocancinop@hotmail.com


Recibido: 31/01/2023

Aprobado: 18/03/2023


RESUMEN

El caso del Movimiento Arcoíris en Chile permite ilustrar en dos ámbitos, los significados atribuidos a la naturaleza y las formas que adquiere la acción colectiva contemporánea, las derivas y tensiones que se presentan al intentar materializar el mundo anhelado. Esta investigación, se efectuó por medio de una etnografía (2009-2022) y diez entrevistas semiestructuradas analizadas desde un enfoque hermenéutico. Tuvo como resultados nueve prácticas sedimentadas -de las cuales se presentan tres- y un conjunto heterogéneo de significaciones para cada una de ellas. A modo de discusión y conclusión se propone que este movimiento expande un tipo de vínculo afectivo/espiritual con la naturaleza que rehúye del modo de producción industrial y que sus formas de acción colectiva privilegian la autonomía y la horizontalidad entre sus miembros. Ambas cuestiones encuentran límites en la espontaneidad de las acciones, el capitalismo verde, en las dificultades para arribar a acuerdos y/o su escaso cumplimiento.


Palabras clave: movimiento social. movimiento arcoíris. imaginario colectivo. etnografía. naturaleza.


ABSTRACT


The case of the Rainbow Movement in Chile allows us to illustrate in two areas, the meanings attributed to nature and the forms that contemporary collective action acquires, the drifts and tensions that arise when trying to materialize the longed-for world. This research was carried out through an ethnography (2009-2022) and ten semi-structured interviews analyzed from a hermeneutic approach. It resulted in nine sedimented practices -of which three are presented- and a heterogeneous set of meanings for each of them. By way of


1 Este artículo corresponde una versión revisada y ampliada de la ponencia homónima presentada en el XIV Coloquio Internacional de Geocrítica: Las utopías y la construcción de la sociedad del futuro. Universidad de Barcelona (2016).

2 El autor, es psicólogo (Universidad de Talca, Chile), magíster en Psicología Social (Universidad Diego Portales, Chile) y doctor en Ciencias Sociales (Universidad de Chile). Actualmente se desempeña como académico en la Universidad Autónoma de Chile. Sus líneas de trabajo o investigación son movimientos e imaginarios sociales, etnografía, estudios socioambientales y socio territoriales.

discussion and conclusion, it is proposed that this movement expands a type of affective/spiritual bond with nature that avoids the industrial production mode and that its forms of collective action privilege autonomy and horizontality among its members. Both issues find limits in the spontaneity of the actions, green capitalism, in the difficulties to reach agreements and/or their scarce compliance.


Keywords: social movement. rainbow movement. collective imaginary. ethnography. nature.


RESUMO

O caso do Movimento Arco-Íris no Chile nos permite ilustrar em dois âmbitos, os significados atribuídos à natureza e as formas que a ação coletiva contemporânea adquire, as derivas e tensões que surgem ao tentar materializar o mundo almejado. Esta pesquisa foi realizada por meio de uma etnografia (2009-2022) e dez entrevistas semiestruturadas analisadas a partir de uma abordagem hermenêutica. Resultou em nove práticas sedimentadas - das quais três são apresentadas - e um conjunto heterogêneo de significados para cada uma delas. A título de discussão e conclusão, propõe-se que este movimento expanda um tipo de vínculo afetivo/espiritual com a natureza que evite o modo de produção industrial e que suas formas de ação coletiva privilegiem a autonomia e a horizontalidade entre seus membros. Ambas as questões encontram limites na espontaneidade das ações, no capitalismo verde, nas dificuldades para chegar a acordos e/ou no seu escasso cumprimento.


Palavras-chave: movimento social. movimento arco-íris. imaginário coletivo. etnografia. natureza.


Introducción


Desde la década de 1970, se instaura y desarrolla una concepción del mundo que pone como centro de las preocupaciones políticas, económicas, sociales y culturales, la libre circulación del capital y la regulación por medio de este al acceso a bienes, servicios y en general, a las distintas esferas de la vida (Harvey, 2007). Esta concepción, denominada neoliberalismo, se ha servido de la globalización y de una serie de instituciones y dispositivos para penetrar en los intersticios de la vida cotidiana. De tal forma que ha logrado imponerse tanto en las estructuras de las sociedades, como así también, en las subjetividades y las relaciones interpersonales (Bauman, 1999, 2005; Giddens, 1993). La respuesta a la expansión del imaginario neoliberal ha sido diversa, observándose desde una adhesión resuelta de parte de los gobiernos, partidos políticos y grupos de presión durante sus primeras dos décadas de implantación, hasta la resistencia radical, incipiente durante la década de 1990 y creciente en lo que va de este siglo, por parte de numerosos actores colectivos (Adell, 2007; Boron, 2004; Calle, 2003; Coburn, 2009).


De este modo, la acción colectiva y en particular los movimientos sociales, permiten observar los procesos de transformación social, así como sus fuentes de conflicto (Castells, 1999). A partir del caso del Movimiento Arcoíris en Chile, serán dos ámbitos de estas tensiones contemporáneas las que se atenderán en el transcurso de este trabajo; a saber, la pluralidad de sentidos e importancia que han adquirido las temáticas vinculadas a la naturaleza y las transformaciones en la acción colectiva reciente.


La concepción de la naturaleza que la ubica como un espacio -e incluso sujeto- de valoración, ha ido ganando adeptos durante las últimas décadas. Una serie de hitos ilustran esta cuestión. Entre otros, es posible mencionar las masivas movilizaciones en EE. UU. a comienzo de la década de 1970 para exigir un medio ambiente sano y la posterior creación de la Agencia de Protección Ambiental (Federovisky, 2011). El año 1972, se efectúa la primera Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y se publica The limits of growth, influyente informe del Club de Roma en el que se advierte sobre el

colapso de la producción y población humana de proseguir el crecimiento ilimitado (Riechmann y Fernández, 1994). El año 1987 la Comisión Mundial de Medio Ambiente, coloquialmente denominada la Comisión Bruntland, publica el Informe Our common future en el que se delinea la noción de Desarrollo Sustentable3 como “el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” (Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, citado por Estenssoro, 2009: 111). Durante las siguientes décadas los foros internacionales, la conflictividad local y las acciones colectivas relacionadas a estas temáticas se han incrementado. De esta forma, aquellas cuestiones asociadas a la sustentabilidad, la ecología o a la naturaleza, han ido ganando importancia y centralidad en las esferas pública y privada a nivel mundial (Cancino, 2018).


Con respecto a las transformaciones de la acción colectiva contemporánea, es posible recurrir a los cambios experimentados en las matrices sociopolíticas latinoamericanas y a los aspectos salientes que expresan dos conjuntos de movimientos de envergadura global -los movimientos alterglobalización y socio territoriales-. Según afirma Manuel Antonio Garretón (2001), existe un tránsito entre dos matrices sociopolíticas. La primera, denominada Sociedad Industrial de Estado Nacional primó durante buena parte del siglo XX hasta finales de la década de 1980 y se caracterizó por la alta imbricación de los movimientos sociales con los partidos políticos, estos últimos, servían de mediadores de las demandas colectivas hacia el aparato del Estado. La segunda matriz sociopolítica, recibe el nombre de Sociedad Postindustrial Globalizada y emerge a partir de la década 1990 en conjunto con el afianzamiento del neoliberalismo en la región. En esta última matriz, los movimientos sociales se diversifican y se orientan con más fuerza hacia cuestiones culturales en detrimento de la política estatal. Debido en parte, a la pérdida de gravitación de los partidos políticos como articuladores del mundo social con el Estado.


A este cambio en las matrices sociopolíticas le corresponden modificaciones en las características que adquieren los movimientos sociales, sirvan de ejemplo el Movimiento Alterglobalización, que busca configurarse en un supra movimiento a nivel mundial a través de encuentros periódicos como el Foro Social Mundial o las manifestaciones contracumbres, y los movimientos socio territoriales, que hacen ocupación de un territorio determinado para materializar y satisfacer sus demandas. Ambos movimientos, coinciden en la aspiración de una democracia radical que ponga énfasis en la toma de decisiones de tipo horizontal (Adell, 2007; Calle, 2007; Iglesias, 2005); la búsqueda por concretar en la experiencia directa aquello que se anhela (McDonald, 2009; Pleyers, 2010); la oposición explícita a la globalización neoliberal (Adell, 2007; Boron, 2004; Calle, 2003; Coburn, 2009; Hardt y Negri, 2002); una composición heterogénea de participantes, temáticas y demandas (Bergantiños e Ibarra, 2007; Fernández, 2007; Seoane y Taddei, 2001); y la utilización de redes sociales y digitales, que dan forma a su estructura organizacional (Calle, 2007; Castells, 1999; Javaloy et al., 2001).


Es en la confluencia entre los efectos no deseados de la globalización neoliberal, -tales como, la degradación medioambiental, el hacinamiento de las grandes ciudades, la producción y el consumo desenfrenados-, y las transformaciones en la acción colectiva contemporánea; donde emergen actores que intentan materializar su utopía. Es decir, se orientan a transformar la vida cotidiana y a experimentar en ella el tipo de mundo anhelado (McDonald, 2009; Pleyers, 2010). Sin embargo, la imbricación entre las aspiraciones de los movimientos sociales y la realidad contingente no está exenta de tensiones, dilemas o confrontaciones; sino que, por el contrario, está colmada de ellas (Touraine, 1997). En consecuencia, indagar en aquel espacio en que el movimiento social recrea su vida cotidiana, teje sus redes y lleva a cabo sus prácticas; permite observar parte de las significaciones que son disputadas en la sociedad, así como también, las potenciales alternativas o variantes que esta contiene (Escobar, 2000; Retamozo, 2006).


El objetivo de este trabajo propone ilustrar, a través del caso del Movimiento Arcoíris en Chile, las formas en que un imaginario colectivo disputa a nivel micro social las concepciones hegemónicas sobre el vínculo que la sociedad establece con la naturaleza y las derivas actuales que ha adquirido la acción


3 A juicio de Porto-Gonçalves (2001), la noción de Desarrollo Sustentable permite la expansión capitalista de los procesos productivos pero esta vez, de forma “amigable” con el medioambiente, lo que favorecería la mantención del imaginario del crecimiento ilimitado.

colectiva contemporánea. Para responder al objetivo trazado se recurre a tres prácticas en proceso de sedimentación y a las significaciones adheridas a ellas. Estas prácticas son: el Encuentro Arcoíris, la Bioconstrucción y el Círculo de Visiones. Los resultados provienen de una investigación etnográfica cuya parte central se efectuó entre los años 2009 y 2013 (Cancino, 2014), a la que posteriormente se le agregaron visitas de campo, conversaciones informales y lectura de documentos entre los años 2014 y 2022 para atender a eventuales cambios tanto en las prácticas identificadas, así como en la trayectoria general de movimiento observado.


A continuación, el texto se estructura del siguiente modo: primero, se aborda la emergencia del Movimiento Arcoíris a nivel mundial y se esboza una cronología de sus principales encuentros en Chile. Posteriormente, se desarrollan los dispositivos teórico-metodológicos que han orientado esta investigación. A continuación, se exponen los resultados generales y se profundiza en tres prácticas específicas y en las significaciones asociadas a ellas. Para finalizar y a modo de discusión y conclusión, se propone que este movimiento tensiona a nivel micro social el tipo de vínculo que la sociedad establece con la naturaleza y arroja pistas sobre las derivas que adquiere la acción colectiva contemporánea.


Movimiento Arcoíris, emergencia y arribo a Chile

Según señala Scott Shuker (2009), el Movimiento Arcoíris o Familia Arcoíris, se fue configurando en el contexto del movimiento contracultural estadounidense de la década de 1960 y tuvo sus primeros atisbos en los festivales Vortex, celebrados en Oregon en 1970 y en el estado de Washington el año 1971; para luego convocar a su primer encuentro en el Parque Nacional Rocky Mountain, en el estado de Colorado, EE.UU, el año 1972. Este autor afirma, que la Casa Blanca llamó a la Guardia Nacional para impedir el encuentro. Por su parte, Adam Berger (2006), sostiene que fue el Gobernador del estado y la comunidad local las que se alarmaron al escuchar rumores sobre un millón de personas aproximándose a sus pequeñas localidades rurales. Las autoridades prohibieron el encuentro en terrenos públicos y dificultaron el acceso a los asistentes. Debido a esto, un terrateniente local facilitó su propiedad para que la cita ocurriese. De este modo, se calcula que entre 10.000 y 20.000 asistentes transitaron por senderos entre las montañas para evitar los controles policiales y celebrar el primer Encuentro Arcoíris e hito fundacional del movimiento en la pequeña localidad de Granby (Berger, 2006).


Desde aquel momento, el Movimiento Arcoíris se expandió por diversos rincones del planeta; arribando a Chile entre los años 2004 y 2005, -si se toma por referencia la fecha del primer encuentro celebrado en la localidad de Fresia-. A este encuentro, le continuaron los de Conai (2006-2007) y el Toyo (2007- 2008). En sus primeros tres años de existencia, estos eventos pasan de congregar algunas decenas de personas a varios cientos y lo que parece más relevante; se va configurando una red que los trasciende, conformando comunidades urbanas y rurales, eco aldeas y caravanas transnacionales. Los encuentros continuaron los años 2008-2009 en Coñaripe; 2010 en Chanleo en la cordillera de Nahuelbuta y 2012 en Liquiñe, cordillera de Los Andes. Durante estos años, los participantes pasan de varios cientos a más de un millar por cada encuentro, aumenta la cantidad de comunidades y caravanas que tienen como hito de origen al movimiento en cuestión y comienza una migración de varios de sus participantes a la precordillera de Los Andes en la VII Región del Maule (Cancino, 2014; López, 2013). Posteriormente, se han celebrado encuentros los años 2013 en la localidad de Los Alpes cercana a la Cordillera de Nahuelbuta; 2014 en Quillaileo, comuna de Santa Bárbara; 2015 nuevamente en Liquiñe; entre fines del año 2015 y comienzos del año 2016 en la pre cordillera de Linares; 2017 en Futrono; los años 2018 y 2019 en la precordillera de Curicó; el 2020, en el sector El Cañi, Pucón; el año 2021 se realizó el tercer encuentro en la precordillera de Curicó y el año 2022 en la comuna de Curarrehue. Consolidando con ellos su expansión, permanencia en el tiempo e imbricaciones con otros actores colectivos, tales como, comunidades Krishnas y activistas mapuches y ecologistas.


Dispositivos teórico-metodológicos: movimientos socioculturales e imaginario colectivo

Entre los enfoques teóricos sobre movimientos sociales destacan las perspectivas de la estrategia y de la identidad (Cohen, 1988; Revilla, 1994; Rubio, 2004). La primera incluye, entre otras, a las teorías de la estructura de oportunidades políticas (Eisinger, 1973; McAdam, 1999), la movilización de recursos (Jenkins, 1994) y redes (Diani, 2009). Son aquellas que privilegian como movimientos sociales a aquellos colectivos orientados a influir en el poder político formal y se centran en sus aspectos mensurables y organizativos (Báez et al., 2015; Melucci, 1994a). La segunda, abarca una heterogeneidad de corrientes, entre las cuales destacan las teorías de la identidad colectiva (Melucci, 1994a, 1994b) y de la etnografía política (Cefaï, 1997, 2003); reconoce como movimientos sociales a actores cuya acción colectiva se orienta a la transformación cultural de las sociedades y centran su interés en estos aspectos.


Esta investigación, se inscribe en la segunda tradición debido a que permite aproximarse a las formas en que determinados imaginarios hegemónicos son tensionados y disputados desde la vida cotidiana de actores colectivos que si bien, pueden resultar embrionarios, se expanden y complejizan (Arribas, 2008; Reguillo, 2000, 2004). Procesos o espacios sociales que suelen pasar inadvertidos y que, junto con nutrir en el día a día a actores más numerosos o visibles para los medios de comunicación, insinúan los mundos posibles del porvenir y los conflictos que conllevan en su realización.

Con el objeto de atender a aquellas prácticas que los colectivos realizan en su cotidianidad y develar cómo significan sus autores estas acciones, se recurre a la noción de imaginario social de Cornelius Castoriadis (1998, 2004, 2007), desde la cual se desprende el dispositivo teórico metodológico del imaginario colectivo. Entendiendo por tal, al conjunto de prácticas y significaciones privilegiadas por un grupo en particular dentro del magma de significaciones sociales en el cual dicho movimiento está inserto (Cancino, 2015). Este dispositivo, permite aproximarse a los movimientos sociales a través de su vida cotidiana y particularmente, a las prácticas colectivas recurrentes que los caracterizan. A partir de la detección e identificación de las prácticas, se producen entrevistas que buscan indagar los sentidos que les asignan a estas sus protagonistas. De este modo, se identifican los sentidos convergentes que permean al conjunto de las prácticas del movimiento en cuestión. Las prácticas y las significaciones adheridas a ellas configuran el imaginario colectivo con que el movimiento social considerado influye en la sociedad de la cual forma parte.


Para efectos de este artículo, se utiliza una investigación etnográfica realizada entre los años 2009 y 2013 que posteriormente fue complementada con observaciones de campo, revisión de documentos y conversaciones informales con participantes entre los años 2014 y 2022.


Durante el primer periodo (2009-2013), se produjeron notas de campo, fotografías, entrevistas y recolección de diverso material arqueológico. Este periodo puede ser dividido en tres momentos. En el primero se indagaron, vía observación participante (Ameigeiras, 2006; Kawulich, 2005; Taylor y Bogdan, 1992), las prácticas del Movimiento Arcoíris. Los escenarios en los cuales se realizó la observación fueron seleccionados por constituir los ámbitos de mayor concurrencia y/o por el arraigo territorial alcanzado, los criterios para atender a las prácticas fueron los siguientes: que fueran colectivas, recurrentes en la mayor parte de los ámbitos de observación y que lograran subsumir a un conjunto de otras prácticas cotidianas. En el segundo momento, se efectuaron 10 entrevistas semiestructuradas a cuatro mujeres y seis hombres, con edades que fluctúan entre los 24 a los 42 años4. El criterio de selección de los sujetos a entrevistar consistió en que hubieran impulsado o desarrollado algún ámbito de encuentro o radicación del movimiento, se consideró que por este hecho tendrían conocimiento suficiente respecto de las prácticas sobre las cuales se les consultaría. Los ámbitos en que se llevaron a cabo las entrevistas correspondieron en cinco de los casos, a asentamientos estables en que los entrevistados se encontraban habitando; cuatro de las entrevistas, fueron realizadas en los encuentros arcoíris anuales; mientras que una entrevista, se efectúo en un asentamiento cordillerano habitado de modo estacional. El tercer momento de la investigación, correspondió a la elaboración de un esquema analítico que integró gráficamente las prácticas y significaciones detectadas en los momentos anteriores.


4 Como se verá más adelante, las entrevistas han sido etiquetadas como E1, E2 y así sucesivamente hasta alcanzar a E10, a lo que se agrega mediante un guion el tiempo de la grabación correspondiente a cada fragmento.

Mientras el primer momento fue interpretado, analizado y transcrito a través de una monografía de historia natural (Amegeiras, 2006); el segundo momento lo fue bajo un enfoque hermenéutico (Baeza, 2008; Cárcamo, 2005; Toledo, 2012). Por su parte, el esquema analítico, permite una lectura transversal del conjunto de significaciones circulantes en el movimiento a efecto de proponer sus sentidos convergentes o significaciones centrales (Baeza, 2008; Cancino, 2011; Castoriadis, 2002, 2006). A decir de Clifford Geertz, permite “desentrañar las estructuras de significación” (2006: 24).

El segundo periodo (2014-2022), tuvo un carácter complementario al primero y se buscó identificar variaciones en las prácticas y en la deriva general del movimiento. Constó de visitas a tres encuentros, revisión de documentos y de conversaciones informales con algunos de sus participantes.


Resultados


Los resultados de la investigación corresponden a nueve prácticas sedimentadas, un conjunto heterogéneo de significaciones para cada una de ellas y las significaciones centrales de lo ecológico, lo espiritual y lo comunitario (ver Figura 1). Para efectos de este trabajo se recurrirá a tres de estas prácticas y parte de sus significaciones, ellas son: el Encuentro Arcoíris, la Bioconstrucción y el Círculo de Visiones.


Figura 1.


Esquema del imaginario colectivo del Movimiento Arcoíris.



Nota. El anillo del centro ilustra las significaciones centrales, el anillo intermedio refiere a las prácticas; por último, el anillo externo está conformado por el conjunto de las significaciones imaginarias adheridas a las prácticas del anillo intermedio. Fuente: Elaboración propia.


Encuentro Arcoíris

El Rainbow Gathering o Encuentro Arcoíris (EA), se ha efectuado en Chile en dieciséis oportunidades entre los años 2004 y 2022. Es convocado y coordinado por uno o más focalizadores que se han auto postulado al finalizar el encuentro anterior, eventualmente configuran un equipo a lo largo del año al que ingresan o del que se retiran integrantes. Las funciones de este rol contemplan entre otras, conseguir

los recursos y el terreno para acoger a los participantes. Para la elección del terreno, se suele tener como criterios que se ubique en un sector alejado de grandes centros urbanos, preferentemente en medio de naturaleza prístina o escasamente intervenida, y que cuente con abundante leña y agua. Debido a las condiciones materiales buscadas, carece de luz eléctrica, agua potabilizada, alcantarillado y habitualmente, de señal para tecnologías móviles no satelitales. Conseguido el sitio para celebrar el encuentro, los focalizadores convocan a uno o más Círculos de Visión5 para informar y debatir sobre las normas que en cada caso exigen los propietarios y sellar el acuerdo sobre su emplazamiento definitivo.


Alrededor de una semana antes del inicio del EA propiamente tal, se convoca al Encuentro Semilla que busca zonificar y preparar la infraestructura necesaria para la recepción de los participantes. Suele incluir la edificación, con materiales orgánicos y/o reciclados, de la cocina, baños y recepción, la delimitación de zonas de aseo, camping y Fuego Sagrado6, entre otras que pueden ser propuestas y construidas por los asistentes.


Al Encuentro Semilla le sigue el EA propiamente tal que, de acuerdo con el ciclo lunar, tendrá una duración de 28 días. Durante su desarrollo y a iniciativa de los participantes, se efectúa una gran variedad de actividades que irán proyectando la sensación de una realidad lúdica, fraterna y en armonía con la naturaleza. A modo de ejemplo, es posible mencionar: comidas comunitarias vegetarianas, nudismo cotidiano, ejercicios sensoriales, música experimental y de diferentes ritmos, cantos y mantras que en buena parte versan sobre la protección a la Madre Tierra, performances, ceremonias indígenas u orientales, toma de acuerdos colectivos, financiamiento y trabajo voluntario, talleres y charlas sobre diversas temáticas o intervenciones comunitarias de carácter ecológico en localidades cercanas.


Tras el término del ciclo lunar se da paso al Campamento Rastrillo que tiene por objetivo desmontar la infraestructura utilizada y limpiar el lugar de desechos a efecto de minimizar las huellas del encuentro sobre el territorio. En ocasiones puntuales, el encuentro ha dado paso a la creación de eco aldeas arcoíris o tierras cristal, un tipo de asentamiento que busca reproducir la forma de vida arcoíris de modo permanente.


Cada una de las etapas descritas son autogestionadas en sus distintos aspectos, no consideran el cobro de entradas ni patrocinadores institucionales, los recursos provienen por lo general del trueque o de donaciones. La división del trabajo se rige por la consigna Si ves una tarea es tuya7, la imposición de obligaciones es vista con recelo, aunque no lo es que los temas que le inquietan a uno o más personas se planteen en alguna de sus instancias de diálogo. En este sentido, se observó que las tareas no se repartían equitativamente y que generalmente era un grupo de unas veinte personas, que rotaban durante el evento, las que asumían la mayor parte de ellas. Del mismo modo, se constató que algunos de los acuerdos alcanzados no eran llevados a la práctica por todos los participantes o que alguno de ellos intentaba imponer al conjunto su visión particular sobre algún tópico u actividad.


Debido quizás al contenido y prolongado tiempo de las actividades relatadas, el EA resulta una experiencia desestructurante para buena parte de sus participantes. No es extraño encontrar a quienes abandonan sus empleos o estudios para integrar alguna caravana de viajeros o para dar inicio a proyectos de vida comunitaria. En este sentido, es común escuchar discursos públicos para agradecer a los presentes -a los hermanos y hermanas- por la transformación experimentada en el encuentro. En menor número y/o con menor visibilidad, existen personas que se sienten incómodas y prefieren partir rápidamente. Los casos observados se pueden agrupar de tres formas, un primer conjunto que se relaciona con las normas de convivencia, por ejemplo, desacuerdo sobre el no consumo de alcohol o respecto del cuidado medioambiental; un segundo grupo, que siente su intimidad o valores perturbados, como por ejemplo, una familia con niños pequeños que se retira de un encuentro debido al nudismo; y un tercer caso, de personas que sienten frustrada su experiencia al no poder replicar la sensación


5 Método de toma de decisiones colectivas en la que se profundizará más adelante.

6 Otra de las prácticas detectadas y que consiste en un fuego ceremonial que sirve como punto de reunión y celebración de ceremonias y talleres.

7 Suele presentarse tanto en las convocatorias como en los carteles distribuidos en los lugares más concurridos del encuentro.

experimentada en encuentros anteriores. Pese a estos casos, el encuentro ha facilitado la expansión del movimiento por diferentes ciudades chilenas, su integración a manifestaciones del movimiento en otros países latinoamericanos, de Europa u Oceanía, y su articulación con actores colectivos tales como organizaciones mapuches, feministas, de semillas orgánicas o de eco aldeas.

A partir del análisis de las entrevistas se elaboraron seis estructuras de sentido que remiten al EA. De estas, se exponen dos: el proceso de acceso al encuentro y la protección de la naturaleza.

El proceso de acceso al EA corresponde a las significaciones atribuidas por los entrevistados a las primeras informaciones que reciben sobre el encuentro y a la posterior inmersión en él. Esta primera aproximación al Movimiento Arcoíris es referida como un proceso que integra las experiencias de atracción, desestabilización y adaptación. Con respecto a la atracción, los entrevistados se sienten seducidos a participar del EA por la propuesta de compartir conocimientos o habilidades en comunidad, de modo festivo y gratuito, en un medio natural distante de grandes ciudades y con cuidado hacia la naturaleza, tal como se puede apreciar en los siguientes extractos de entrevistas:


[conocí una niña] y conversamos, así de la vida y en un, en una de esas me comentó de un encuentro que, que ella tampoco sabía lo que era mucho en realidad y que a ella le habían contado de un encuentro arcoíris pero así como una visión, onda, es un encuentro donde se hacen talleres, así de malabarismo, de circo, porque ella es como de esa onda, como media bien arte-circense y dije ¡o que buena onda!, y se puede ir, es gratuito, uno comparte así en comunidad, buena onda y tú puedes hacer un taller o, o si no sabes hacer nada no importa porque allá todos van a estar con el corazón abierto a enseñar. (E2-00:02:25)


Un día me llegó un mail diciendo: vengan todos, sean todos bienvenidos a vivir una experiencia en la tierra, con la naturaleza, en contacto con el río, je, va a haber como un intento de comunidad, como un pedacito, de saber qué es lo que se hace en comunidad, jugar un poco a las comidas comunes, como todas esas cosas… todooo común, y dije hoyyy que entretenido, siempre me ha gustado mucho eso de la comunidad y fui a Conai, ese fue mi primer encuentro arcoíris. (…) Y ahí fui y me gustó mucho la experiencia y cada uno traía su aporte (…) taller de telar, de macramé, tambores, cada uno iba haciendo lo suyo, íbamos como armando la rutina, igual nunca una rutina muy establecida. (E9-00:01:17)


Una vez en el encuentro, la experiencia de desestabilización emotiva toma dos formas a juicio de los entrevistados, una en la cual el proceso personal del sí mismo es interpelado al verse reflejado en las acciones y experiencias de los otros participantes; y otra, que implica cambios en los hábitos cotidianos

-tales como el tipo de alimentación o el uso del baño-, que deben ser modificados para adaptarse a las formas requeridas en el encuentro. Sirvan para ilustrar estas significaciones, los siguientes textos:


Una vez leí que lo definían como la desorganización más grande del mundo y me gustó mucho la definición, porque creo que no solamente es una desorganización colectiva, como dinámica, sino también interna, uno se desorganiza internamente, ¿cachai?8, y esto también ayuda a reconectarse con la naturaleza. El propósito del arcoíris es el rescate, rescatar nuestra conexión con la naturaleza, y primero individualmente, el primer efecto del arcoíris es la desorganización interior, yo creo, a mí me pasó también igual y ni siquiera me di cuenta. (E1-00:42:18)


[…] a mí me pasó que quedé en shock, al tener que comprender, como adaptarme, desde ir al baño con otra persona hasta lavar la loza con cenizas; uno queda impresionado de las otras realidades, como que te sacan de tu círculo en que tú vives a uno nada que ver, no estás sucio es tierra, no es nada más que tierra es el otro extremo de la realidad. (E10-00:13:58)


El sentimiento de desestabilización inicial da paso a una sensación de adaptación con el entorno que se ve favorecida por las distintas expresiones relacionales y actividades que ocurren durante el EA. Dentro de ellas, toma particular significación la adhesión a los ritmos naturales conformados por los ciclos del día y la noche; el ciclo lunar en el que se inscribe el encuentro y los ciclos vitales de los seres vivos. Ante la ausencia de energía eléctrica y de actividades que puedan considerarse como obligatorias; este conjunto de ciclos sirve de referencia para la organización de las actividades y favorecen la interrelación distendida entre los participantes, marcando con esto, una oposición a los acelerados ritmos temporales de contacto interpersonal en las grandes ciudades. Asimismo, la adhesión a los ritmos naturales conlleva


8 Forma coloquial de decir: comprendes.

una sensación de fluidez, en que tanto los sucesos como las personas ocurren y actúan sin necesidad de presión y sin grandes dificultades:

[Las personas que llegan al encuentro], creo que primero les choca un poco, se sienten un poco incómodos, después cada uno va encontrando su lugar y se empieza a sentir parte de algo, de algo común eee, y uno entra en confianza como en una familia, de pronto todos se vuelven conocidos, todos son amigos, todos... eso es porque pasa un tiempo, no es un momento, no es un día, son varios días, que uno comparte, que uno tiene la oportunidad de conocer a las personas en distintas situaciones, en distintos momentos del día, y eee es una forma de conocer distinta a la que uno tiene en las ciudades, en este estilo de vida, así, de.., de horarios, y eee cachai, allí vivimos un ritmo natural que nos permite a la gente encontrarnos. (E1-00:24:03)


Me pasó que, que a ver, cómo explicarlo… de repente como sentir, sentir el que tú podai servir de alguna u otra forma para que esto siga fluyendo, que el rainbow siento yo que es viable y que se puede, que el mundo, se puede vivir así po, en armonía, en comunidad. Se puede vivir fluyendo junto con el biorritmo de la naturaleza y siento que… y mi granito de arena es decir simplemente aquí está, aquí es y que la familia llegue. Lo encuentro hermoso. (E10-00:05:04)


La segunda significación que será abordada en este artículo como parte del EA, refiere a la protección de la naturaleza. La que es considerada el principal propósito u objetivo del encuentro e implica, además de su cuidado, un vínculo sensorial, emotivo y espiritual. Para cumplir con este propósito, el EA se configura como un espacio de experimentación de la vida comunitaria en un medio natural provocando en los participantes la apertura emotiva y cognitiva necesaria para la incorporación del cuidado medioambiental como forma de vida:


Entonces siento que el arcoíris en realidad es un portal de sanación fuerte y todos estamos aquí en ese proceso, aparte de nuestros procesos internos y la conexión con la naturaleza, lograr una armonía con la naturaleza; que no seamos unos seres invasores sino que seamos uno más que está viviendo ahí y [siento] bien fuerte también el llamado de vivir en comunidad, a organizarse, preocuparse del otro, tener conciencia de que todo lo que uno está moviendo también está moviendo a otra persona más que está al lado tuyo. Conciencia de la palabra, de todo. (E4-00:03:46)


Creo que el arcoíris, los encuentros en general, tienen dos... dos principales focos, uno es el ensayo que nosotros hacemos como de irnos a vivir a la naturaleza, y en ese ensayo compartimos las cosas que hemos ido aprendiendo en el camino, aprendemos la experiencia del que está viviendo en una eco aldea, del que viene de un proceso. Y la otra, es el proceso de la gente nueva, que se le abre un camino, que se le abre una forma. (E7-00:04:09)


Bioconstrucción

La bioconstrucción corresponde a un conjunto de técnicas de edificación que promueven la disminución del impacto negativo en los ecosistemas junto al aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles (Cancino, 2018). Estos recursos, provienen en general del reciclaje de desechos –a modo de ejemplo, plásticos, neumáticos, envases- o del entorno natural en que se emplaza la edificación -madera de árboles caídos o de manejo sustentable de bosques, coligües, paja, cactus, arena, rocas, tierra, piedras, entre otros- (Cancino, 2018). En los EA se aplica a la construcción de infraestructura fácilmente desmontable y se aprovechan los diálogos cotidianos y talleres para socializar a los participantes en dichas técnicas. En asentamientos permanentes con influencia del Movimiento Arcoíris, la bioconstrucción es ocupada para la edificación de construcciones sólidas y forma parte de su cotidianidad, en algunos casos se efectúan eventos para reunir los fondos necesarios para llevar a cabo las obras, se utilizan redes de comunicación para convocar a voluntarios para construir o bien, se promueven talleres y jornadas que pueden durar varios días para limpiar esteros, reciclar la basura recolectada o edificar.


El análisis hermenéutico de las entrevistas sobre la bioconstrucción remite a tres líneas de significados: punto de encuentro o vórtice, propósito cotidiano y cuidado medioambiental. Como punto de encuentro, se plantea que las prácticas de sustentabilidad y de permacultura constituyen temas e intereses que facilitan el contacto con otros grupos y movimientos por medio de eventos, cursos, talleres e intercambios de diverso tipo:

En ese sentido el arcoíris que se topa con todas las prácticas espirituales, movimientos de la nueva espiritualidad eeee con las técnicas de sustentabilidad, con permacultura, de todas maneras, eee es como un vórtice de toda esa gente que está en diferentes caminos y llegan ahí y viven un ratito juntos. (E6-00:33:19)


Asimismo, la bioconstrucción es entendida como una labor cotidiana y uno de los propósitos centrales de las comunidades arcoíris; se la relaciona con la zonificación de un territorio para su adecuado uso y la posterior edificación de las construcciones y espacios de cultivo en él, según es posible observar en el siguiente texto:


[¿qué espacios se perfilan en campamento semilla?] zona de carpas, cocina y baño específicamente y después cuando ya terminó el arcoíris, el refugio, el Refugio del Guerrero, legendario, y ahí claro po, dijimos que sea ahí el primer árbol grande que nos recibió, porque yo me acuerdo cuando llegamos estaba lleno de cabras, llegamos con la comida y las cabras estaban locas por comerse las cuestiones y las metimos ahí adentro del gran árbol […] y ahí fue el refugio, después, bueno la huerta como cerca del refugio, un poco a instinto las cosas, un poco otros que saben de permacultura y ya, zona cero, zona uno, dos y ya9. (E9-00:25:12)


El cuidado medioambiental contempla la realización de las actividades cotidianas considerando la reducción del impacto negativo en el ambiente y al desarrollo de acciones específicas que tienen como propósito recuperar y proteger los ecosistemas, tales como la limpieza del entorno, demarcación de zonas o el reciclaje de objetos; los entrevistados fundamentan estas acciones en la sacralidad de la naturaleza que se expresa en un sistema que hace posible la vida en el planeta:


Estar atento a que no hay que botar basura, no producir mucha basura […] limpiar, limpiar, limpiar, sacar mucha basura […] ese fue como nuestro gran aporte al lugar, […] nosotros recogíamos las botellas de allá y empezábamos a hacer ladrillos, ladrillos ecológicos que son botellas llenas de basura, plásticas y no sé po el techo de… del refugio fue de cajas de tetra pack, las mismas cajas que encontrábamos allá o que había en Santiago, las subieron. Utilizar los desechos reciclando, haciendo esculturas, hilando las bolsas para tejer, usándolas pa, o sea inventando, ingeniándosela de cualquier forma para que la basura sea útil y no sea basura y se vaya a un vertedero y listo. (E9-00:30:20)


Círculo de Visiones


El Círculo de Visiones (CV), corresponde a una de las dos formas predominantes de toma de decisiones en el Movimiento Arcoíris. Tiene por función, generar consensos sobre uno o dos temas que suelen no resultar triviales. A modo de ejemplo, la fundación de una comunidad, la expulsión de un miembro o para encontrar a los focalizadores del siguiente encuentro. Por lo general son mixtos, aunque en algunas ocasiones se efectúan sólo de hombres o de mujeres.


En cuanto a su modo habitual de funcionamiento, los Círculos constan de uno o más focalizadores, quienes lo convocan; los participantes; un propósito o motivo sobre el cual se discutirá; y un Bastón de la Palabra10. Para dar comienzo a un CV el focalizador explica su funcionamiento, el o los propósito(s) y opina sobre el o los temas a tratar. Luego, el Bastón de la Palabra es entregado al participante que está inmediatamente hacia la derecha, quien lo recibe con palabras devocionales, tales como Ahó(á)11 o Gran Espíritu12 y eventualmente entrega su opinión sobre el tema tratado. Posteriormente, el Bastón continúa circulando hacia los otros participantes, quienes pueden opinar y/o proponer al conjunto un consenso. Todo esto, mientras el resto de los presentes escucha en silencio. Puede ocurrir que, una vez propuesto un consenso, el Bastón circule por todos los participantes sin que nadie intervenga, señal de que el consenso fue aprobado; en otra modalidad se pospone la creación del consenso hasta que el Bastón haya dado una o dos vueltas para recoger las diversas opiniones.



9 La referencia a las zonas tiene que ver con la nomenclatura utilizada en el diseño permacultural donde en un extremo se encuentra la zona 0 que corresponde a lugar de habitación y vida cotidiana y en el otro extremo se encuentre la zona 5, que corresponde a su vez a los espacios de conservación medioambiental.

10 Artefacto ceremonial conformado por una rama de árbol ataviado por diversos adornos.

11 Ahó en masculino, Ahá en femenino. Alude a: así sea o estoy contigo.

12 El Gran Espíritu, apela a una energía divina que se expresa en todo lo existente.

La duración de cada Círculo varía entre unas pocas horas y varios días, y se realiza preferentemente de día para que los gestos y rostros sean apreciados. Para dar por terminado el Círculo, el Bastón da una vuelta completa con los participantes en silencio. En algunas ocasiones, se pudo apreciar términos abruptos, discusiones en las cuales no se respetaban los turnos de habla, carencia de consenso sobre los temas en discusión, intervenciones que se alejaban por largo tiempo de los temas para los cuales se había convocado, por señalar algunas de las tensiones observadas durante el desarrollo de esta práctica.

En cuanto a sus significaciones, el CV es considerado una tradición ancestral y un espacio sagrado para compartir en comunidad las distintas visiones existentes con respecto a temas específicos, mejorando de este modo, la calidad de las decisiones tomadas:


El Círculo de Visión es en el fondo un espacio sagrado, […] se abre como el espacio para que cada persona abra su corazón y diga lo que… baja del cielo en el fondo, nosotros somos seres que pisamos la tierra, pero nuestra conciencia está en el cielo, entonces somos canalizadores y hablamos desde el corazón. […] el círculo es como la […] estructura primigenia, los antiguos, los ancestros se reunían en círculo, no frente a frente o en o como hoy día pasa en las salas de clases, yo soy profesora, entonces es como, me choca eso de que tú, tú estés como adelante, como una autoridad y todo el resto este bajo ti. (E3-00:23:58)


Otras dos líneas de sentido, con significaciones heterogéneas en su interior, refieren al CV como un modo de estructurar el diálogo y como un mecanismo para buscar el consenso.

La estructura de diálogo plantea la necesidad de contar con los CV porque proveen de un orden en el tratamiento de temas importantes y remite a los siguientes aspectos: uso de la palabra, modo de escucha y a la ausencia de jerarquías. Los entrevistados refieren a que todos pueden hacer uso de la palabra o guardar silencio si así lo desean, de tal modo que las diferencias y las distintas subjetividades se puedan expresar. En cuanto al modo de escucha, se asigna al CV promover que todos puedan escuchar y ser escuchados con respeto y amor; se valora positivamente que esta práctica permita su aprendizaje y con ello la posibilidad de modificar el punto de vista personal integrando las visiones de los demás. Para lograrlo y arribar a una creación colectiva, según los entrevistados, se requiere desarrollar el silencio interior y la apertura emotiva. La ausencia de jerarquías refiere a la morfología circular de la práctica en cuestión y se expresa en que los participantes se sientan a la misma altura y se pueden mirar a los ojos mientras hablan; a la ausencia de una autoridad que pueda imponer su propia visión al conjunto; y al supuesto de igualdad entre los presentes:


En el CV somos todos iguales, todos tenemos la palabra, todos tenemos esa canalización del cielo. […] Los círculos de visiones son más para hacer consensos, para dar tu visión de un tema en específico, entonces tú al dar tu visión en específico te vas complementando con los otros. Todos nos escuchamos y todos somos canalizadores, entonces tú tienes el bastón de la palabra, que es como lo que se ocupa, que también es una tradición ancestral. Eeemm canalizas, lo que sientes, lo que crees, lo que piensas y todos te escuchan, con respeto, con amor, y se lo pasas al compañero […] hasta que entonces todos hablamos. (E3-00:24:30)


La medicina del círculo no tiene jerarquía, estamos todos sentados a la misma altura, todos mirándonos a los ojos, no hay nadie sentado más arriba que otro, nadie está de pie, y se retroalimenta por sí solo el círculo, siempre está fluyendo. (E4-00:05:41)


Los entrevistados refieren a la búsqueda del consenso como el propósito central de un círculo, por lo que se toman el tiempo necesario para que se expresen las distintas visiones de los presentes. La búsqueda del consenso es valorada positivamente en tanto se promueva el bien común de la Familia Arcoíris; se igualen los propósitos entre los integrantes del movimiento para que los acuerdos tengan más fuerza; y se hagan primar los acuerdos comunitarios por sobre las visiones personales. Por el contrario, es evaluado negativamente, cuando los acuerdos no se llevan a la práctica. Ambas cuestiones pueden apreciarse a través de los siguientes fragmentos:


[el círculo de visión] es entrega, es una apertura […], realmente es entregar tu corazón a los hermanos para que en conjunto encuentren un consenso para bien de todos, para un bien común, no es llegar y tomar una decisión, porque aquí todos somos uno. No es llegar yyyy, tomar una decisión por todos, porque todos pensamos distinto, sentimos distinto, entonces buscamos la claridad para todos, para el bien común de la familia, para que el rezo sea más fuerte, para que el encuentro en sí sea más elevado. E2-00:27:15

[¿Cómo se toman las decisiones?] Por consenso po…o sea claro consenso. Pero en el fondo círculos, en el que todos hablan y eso también muchas veces…yo en el camino recorrido yaa me canso porque es como que ya tuve la experiencia de que no se llegaba finalmente a, aaaa…, decisiones que se llevaran a la práctica,

¿cachay? (E6-00:07:37)


A modo de discusión y conclusión

A través de dos ámbitos, los significados atribuidos a la naturaleza y las formas que adquiere la acción colectiva contemporánea, se ilustran las derivas y tensiones que se presentan en el intento por materializar el mundo anhelado de parte del Movimiento Arcoíris en Chile. Para discutir el primero de estos ámbitos se recurre a dos prácticas sedimentadas, ellas son: el Encuentro Arcoíris y la bioconstrucción; mientras que para el segundo de estos ámbitos se recurre a los Círculos de Visión.


Con respecto a los sentidos atribuidos a la naturaleza, es posible afirmar que el Movimiento Arcoíris por medio de su encuentro anual, produce un espacio multidimensional de resocialización que le permite a los participantes la incorporación de significaciones y prácticas proclives no solo a la protección de la naturaleza a través de técnicas específicas, sino que también, a un modo de habitarla en que los individuos y las relaciones entre estos se van adaptando a la temporalidad de sus ciclos -solares, lunares y vitales-. Con ello, los participantes se abren a la experiencia de ser y estar en el mundo como parte de una totalidad que los supera en tiempo y espacio, a la vez que los interrelaciona con ella. De este modo, la naturaleza no constituye un objeto de apropiación, sino que, por el contrario, un espíritu a integrar e incluso, a venerar. Así, es posible observar la emergencia de una ontoepistemología, que, según afirma Noa Cykman (2020), a la vez que integra a la humanidad en la trama de la vida, percibe una multiplicidad de agencias en la naturaleza estableciendo una relación intersubjetiva con ellas. Por cierto, lo acotado en tiempo de esta experiencia, el escaso número de participantes y la casi nula orientación hacia políticas que sobrepasen lo eventual o lo espontáneo, marcan límites importantes en relación con los efectos sociales del encuentro. Sin embargo, al configurarse en un espacio de experimentación, les permite a los participantes del EA la incorporación de prácticas y significaciones que hacen parte del imaginario colectivo del Movimiento Arcoíris, facilitando con ello, su socialización y la expansión cultural de dicho colectivo.


Por su parte, los resultados relacionados a la bioconstrucción permiten inferir un cuestionamiento al modo de producción industrial, toda vez que dicha práctica promueve una relación de trabajo no mercantilizada -por la vía del voluntariado o del trueque- y la utilización de recursos reciclados o recolectados del entorno que buscan reducir los impactos negativos sobre la naturaleza. Ahora bien, conocida es la capacidad del capitalismo para apropiarse de bienes colectivos y transformarlos en mercancías (Debord, 1995), por lo que no debe extrañar que la bioconstrucción se transforme en una moda del mercado inmobiliario, aumenten sus costos y con ello se dificulte el acceso para la población en general. Esta es una de sus derivas posibles, sin embargo, debido a las técnicas que ésta conlleva, es del todo probable que su deriva neoliberal corra en paralelo a su socialización como bien común. Atender simultáneamente a ambas cuestiones, implica observar los procesos de imbricación entre los imaginarios subalternos y los hegemónicos, procesos que expresan las transformaciones que ocurren en el interior de las sociedades y que ilustran las potenciales alternativas que ésta contiene.


Con relación a las formas que adquiere la acción colectiva contemporánea, se observa que el distanciamiento de parte de la ciudadanía respecto de las instituciones políticas formales no implica necesariamente un quiebre con la política en su conjunto, sino que una variación sobre los lugares y los contenidos en que ésta se ejerce. Los resultados permiten sostener que los participantes del movimiento en cuestión privilegian la participación política hacia el espacio interpersonal cotidiano y que el contenido de tal participación está dado por la autonomía colectiva, la horizontalidad entre los participantes y a la predilección de la creación de consensos por sobre la imposición de la voluntad mayoritaria. Respecto a sus límites, se pudo constatar que el método del CV para la toma de decisiones resultó vulnerado toda vez que posiciones individuales vetaron los acuerdos propuestos por una amplia mayoría de los presentes o cuando los consensos fueron incumplidos de forma reiterada. Asimismo, este

método de deliberación colectiva resulta difícilmente extrapolable a escalas más amplias debido al tiempo que demanda y a que se permite el ingreso de personas en cualquier momento de la práctica, lo que ocasiona que se desvíe la atención a nuevos temas y/o que se deba informar reiteradamente de lo tratado a los nuevos o esporádicos participantes de la actividad. No obstante, tanto esta como otras prácticas, distan de un funcionamiento homogéneo, por el contrario, han sido adaptadas con relación a los contextos en que se llevan a cabo.

Lo dicho hasta aquí permite constatar que, en la búsqueda por materializar su utopía, el Movimiento Arcoíris se ha ido expandiendo y simultáneamente, ha encontrado límites. Si ambas cuestiones resultan consustanciales en el desarrollo de los movimientos sociales, quizás sea esto un indicador de la necesidad de repensar las concepciones clásicas sobre la utopía. Desde la modernidad, ésta deja de concebirse como una fantasía imposible de realizar y pasa a configurar un horizonte a alcanzar (Poch, 1997). Al parecer, este caso permite ilustrar un nuevo giro, puesto que no se la concibe ya como un horizonte definido de antemano, sino que un lugar abierto a su transformación y deliberación colectiva.


Finalmente, cabe señalar que frente al avance del neoliberalismo y la pérdida de horizontes ético políticos que orienten a las sociedades, la construcción de alternativas al imaginario hegemónico se hace cada vez más necesaria, pero que ello no debe implicar la pérdida de reflexión y de crítica sobre las dificultades, tensiones y límites con que se encuentran los actores colectivos en la realización de sus mundos anhelados. Se espera que este trabajo contribuya a aquellas reflexiones.


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