https://doi.org/10.34024/prometeica.2020.21.10953


 

 

FEDERICO PENELAS. WITTGENSTEIN, BUENOS AIRES, GALERNA, 2020 338 PP., ISBN 978-950-556-765-2


FEDERICO PENELAS. WITTGENSTEIN, BUENOS AIRES, GALERNA, 2020 338 PP., ISBN 978-950-556-765-2


FEDERICO PENELAS. WITTGENSTEIN, BUENOS AIRES, GALERNA, 2020 338 PP., ISBN 978-950-556-765-2


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Elías Bravo

(Universidad Nacional de Mar del Plata)

profe.eliasbravo@gmail.com


Recibido: 24/07/2020

Aprobado: 28/07/2020


 

La revuelta filosófica, colección dirigida por Lucas Soares para la editorial Galerna, abre un espacio de lectura que busca rescatar lo arriesgado y desafiante del pensamiento filosófico. Federico Penelas, Doctor en Filosofía, docente de la cátedra de Filosofía del Lenguaje en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de Mar del Plata, investigador del CONICET (Argentina), ex presidente de la Asociación Filosófica Argentina (AFRA) y especialista en la temática referida a la semántica filosófica contemporánea es quien se ha encargado de la redacción del volumen publicado en la colección, dedicado a la revuelta promovida por Ludwig Wittgenstein. El escenario, 368 páginas, divididas en un estudio preliminar, selección de textos y bibliografía de referencia.

El libro se divide en dos grandes partes. La primera de ellas es un extenso estudio preliminar en el cual Penelas realiza un abordaje de lectura claro, pormenorizado y crítico que recorre los diferentes tópicos del filósofo austriaco. Y una segunda parte que consta de una selección de textos fuente que, a modo de pinceladas que se reclaman entre sí, ofrecen un complemento de primera mano a la presentación del Wittgenstein que nos propone Penelas. O tal vez cabría pensarlo de otro modo, probablemente lo que Penelas nos esté proponiendo, en esta segunda parte del libro, es hacer nuestra propia lectura de Wittgenstein, complementaria a la realizada por él.


Si bien el texto es una monografía sobre Wittgenstein, el estudio preliminar, a su vez, se subdivide en cuatro capítulos. El primero, a modo de introducción, bajo el título “La revuelta de Wittgenstein”. El segundo rotulado “Una escalera trágica” donde Penelas nos ofrece un análisis y descripción de las ideas producidas por el joven Ludwig Wittgenstein en su obra de juventud el Tractatus Logico- Philosophicus, único libro publicado en vida de su autor. Un tercer capítulo titulado “La comedia de los juegos” donde indaga las ideas y pensamientos producidos en la época de madurez del filósofo vienes y que quedaron plasmados en su obra publicada póstumamente bajo la inscripción de Investigaciones Filosóficas. Y el cuarto y último capítulo, a modo de epilogo, titulado “Una vida maravillosa”.

La organización del libro y el tono de la exposición favorecen la lectura, mientras que las referencias bibliográficas permiten ampliar la perspectiva del tema, así como mantener una visión actualizada.

 

La revuelta de Wittgenstein


En el primer capítulo Federico Penelas explicita en qué consistió el carácter de revuelta promovido por la filosofía del autor del Tractatus, destacando las que éste realiza i) contra su padre (deja de estudiar ingeniería y pasa a estudiar filosofía en Cambridge); ii) Contra la metafísica; iii) contra los cánones de producción filosófica a forjarse en aquel entonces; iv) contra las formas burocráticas de escritura; y, sobre todo, v) la revuelta ejercida por Wittgenstein contra sí mismo en lo que será su transformación radical a lo largo de su despliegue filosófico, en lo concierne al giro que éste realiza desde el determinismo semántico, o sea, la concepción según la cual los significados preceden a las prácticas lingüísticas, hacia el indeterminismo semántico, es decir, la concepción que considera a las prácticas lingüísticas como antecediendo y constituyendo a los significados mismos. En otros términos, se trata del desplazamiento de un joven Wittgenstein preocupado por encontrar la forma general de la proposición a un Wittgenstein maduro dedicado a inquirir en la multiplicidad de juegos de lenguaje configurados en las diversas formas de vida.


El Tractatus Logico-Philosophicus, una escalera trágica


En el segundo capítulo del estudio preliminar Penelas ahonda el trasfondo filosófico y cultural bajo el cual en Wittgenstein irán germinando las ideas que más tarde quedarán expuestas en su Tractatus. En ese sentido, si bien el libro es un fecundo y pormenorizado análisis acerca de cómo se gestó y se fue desplegando la corriente filosófica denominada “Tradición Semántica” desde sus inicios a partir de las críticas a la filosofía de Kant llevadas a cabo por el matemático Bernard Bolzano durante la segunda mitad del siglo XIX pasando revista por las producciones de los lógicos y matemáticos Gottlob Frege y Bertrand Russell, las cuales son la piedra de toque a partir de las cuales Wittgenstein va a desplegar sus ideas acerca del lenguaje como representación del mundo y de los límites con que contamos al querer expresar aquello que no se puede decir sino a lo sumo mostrar en lo que será su Tractatus Logico-Philosophicus.


Si bien el propósito de búsqueda de la fundamentación de la matemática mediante la lógica fue lo que motivó la producción de sus antecesores, Penelas destaca que “La aproximación de Wittgenstein a dicho terreno filosófico, fue, sin embargo, cautelosa. Sus preocupaciones teóricas parecieron concentrarse más en los detalles de la construcción logicista, en la naturaleza misma de la lógica y del lenguaje” (p. 43). Así, la tesis que nos presenta Federico Penelas es que detrás de la concepción filosófica de Wittgenstein hay un compromiso existencial. Realizando, así, un buen entrecruzamiento al enlazar la práctica filosófica del filósofo vienes y su biografía, en la cual se refleja la rotunda conexión de la labor filosófica Wittgensteiniana con los acontecimientos históricos que le toco atravesar a lo largo de su vida y que quedaran exteriorizados en las narraciones descriptas por éste en sus diarios personales, durante la primera guerra mundial, por ejemplo.


Otra de las tesis que Penelas expone en el final de este capítulo de su libro es que el famoso lema de Goethe, “En el principio era la acción” se inscribe en toda la obra del filósofo austriaco y no sólo en las obras posteriores al Tractatus, como sostiene gran parte de los comentaristas de Wittgenstein, ya que el “hay que callar” con el que culmina la obra de juventud de Wittgenstein se sustenta en la praxis y esto se traduce perfectamente en el Tractatus con la sentencia: “La filosofía no es una doctrina sino una actividad” (p.110)


Las Investigaciones Filosóficas, la comedia de los juegos

En el tercer capítulo del estudio preliminar Penelas examina la contribución del Wittgenstein maduro, cuyas ideas centrales quedaron cristalizadas en la obra Investigaciones Filosóficas, texto publicado dos años después de la muerte de su autor, en 1953. Las Investigaciones… es un texto que Wittgenstein fue concibiendo tras su vuelta a la filosofía en su retorno a Cambridge, tras diez años de silencio, durante su labor como profesor, esto es, desde mediados de la década de 1930 y hasta mediados de la

década de 1940. Esta fue una de las obras más influyentes a partir la segunda mitad del siglo XX en cuanto a su apuesta al antiesencialismo, a la diversidad y al pluralismo que son parte de nuestro caudal cultural.


Penelas destaca en la nueva teoría wittgensteiniana acerca del lenguaje y la significatividad los aportes del filósofo ingles Frank Ramsey, discípulo de Wittgenstein y, sobre todo, las conversaciones que el austríaco había mantenido con su colega, el economista italiano, y amigo de Antonio Gramsci, Piero Sraffa, quien había llegado a Cambridge como exiliado del fascismo gracias a la ayuda de John Maynard Keynes. Así, pues, fue Sraffa quien, según Penelas, le permitió tener a Wittgenstein una perspectiva antropológica desde la cual analizar el fenómeno lingüístico no ya como la forma general de la proposición sino como institución social comunitaria ligada a formas de vida, la cual involucra un antiesencialismo filosófico y una apuesta a la multiplicidad de juegos de lenguaje.


Epílogo: una vida maravillosa


Para finalizar su ensayo Penelas nos advierte que el cambio radical llevado a cabo por Wittgenstein a lo largo de su producción filosófica, desde el Tractatus logico-Philosophicus a las Investigaciones Filosóficas, esto es, el pasaje de una concepción semántica determinista a una concepción semántica indeterminista puede ser resumido como la “deriva del soliloquio a la conversación” (p. 208) y ultimará su estudio preliminar alegando que la concepción comunitaria del significado expuesta en la obra del Wittgenstein maduro adopta una forma de relativismo incompatible con el planteo posmoderno del “todo vale”. Postura que queda plasmada de manera tajante en la crítica del lenguaje privado llevada a cabo por el filósofo austríaco en las Investigaciones filosóficas. En efecto, allí afirma que no tiene sentido pensar en un lenguaje en el que las palabras tuviesen referencia únicamente a cosas personales o subjetivas, ya que incluso el lenguaje que utilizamos para comunicar sensaciones subjetivas de nuestro mundo privado, como el dolor de una muela, ocurre en el ámbito social.

Para concluir, sostengo que este trabajo se presenta como una herramienta útil para todo aquel que se encuentre interesado en las problemáticas que conciernen a la filosofía del lenguaje y que desee tener un panorama actualizado de la misma, pero también para quienes busquen explorar distintos modos de pensar el lenguaje. El libro proporciona una visión actualizada para adentrarse en estos debates, que si bien, tienen como foco principal la filosofía analítica del lenguaje, rozan otras disciplinas como la antropología, la semiótica, las ciencias políticas y las ciencias de la comunicación, con sus correspondientes problemáticas filosóficas.